viernes, septiembre 21, 2007

El nuevo blog

http://tobelindo.blogspot.com

martes, septiembre 14, 2004

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"El sistema era de aprensión a la vez muy difícil y muy fácil. Era, como todo estilo, un campo gravitacional, en el que se caía. Recuerdo que una noche caminábamos por el centro, y cruzamos a una prostitura de las que por entonces, hace veinte años, todavía podían verse en Buenos Aires: pintada como un mascarón, cargada de joyas baratas, con ropa chillona, gorda, vieja. Osvaldo dijo pensativo: «¿Por qué será que los yiros parecen seres del pasado» Yo oí mal y le respondí: «No creas. Mirá a Mao Tsé Tung» Se detuvo, estupefacto, y me dirigió una mirada extraña. Por un instante, el malentendido abarcó a toda la literatura, y más. Han tenido que pasar tantos años y tantas cosas para que yo pudiera leer en esa mirada, o en el pasado mismo, lo que me quiso decir: «Por fin entendiste algo»"

del prólogo de César Aira a la edición de Novelas y Cuentos de Osvaldo Lamborghini.

miércoles, agosto 18, 2004

Mi película preferida

Sí, la que más me gusta de todas: The phantom of the Paradise, de Brian De Palma. La vi cuando tenía seis años en una reposición en el único cine de Salto, pueblo de mi Papá. La aventura fue completa: prohibida para menores, sangre, rock, malas palabras... ¿qué más se puede pedir a los seis años? (¿y a los veintisiete?)

Cuando volví a Buenos Aires, me dediqué a escuchar el disco –con la música original de Paul Williams- todo el tiempo, en un continuo. Me acostaba a dormir, ponía la un casete (bajado del vinilo original) y trataba de recordar las escenas. Después de meses de intensa labor, llegué a "relatarme" la película casi entera. Sé que se me escaparon dos o tres escenas que me aprendí de grande. Mis amigos soportaron este fanatismo durante años, hasta que por fin apareció la video casetera. Estoy escuchando el cd, la emoción es la misma.

La historia es una mezcla entre Fausto, El Fantasma de la Ópera y El Retrato de Dorian Grey ambientada en el mundo del rock de los 70. Película de culto, cuenta la historia de un joven compositor de una "cantata rock" sobre Fausto, de la mujer que la cantó y el monstruo que la robó.

lunes, julio 12, 2004

Échale semilla!

Sí, hace frío. El sol arriesga verano y yo amanecí escuchando este tema: Silbad Calipso de Axel Krigier.

martes, junio 29, 2004

Impresión sobre César Aira mientras releía La Liebre después de leer El Llanto por culpa de un post anterior.

Da la sensación de que para Aira la literatura es algo que «va para adelante». La literatura no es un objeto. Un libro no es un objeto y menos que menos un soporte. Más bien es un corredor por donde pasa la literatura. En este caso a gran velocidad. "¿Qué otro problema tendrían los abiertos espacios de la pampa, si iban a tener alguno, que el de la discontinuidad?" "De tanto rumiarlo, (los mapuches) habían llegado a dominar toda una lógica de los continuos". La literatura como continuo. Diría Leo Masliah: "una sutil fugaz coloración en la baldosa de ese corredor". Ese corredor es una superficie. César escribe superficie. No hay nada bajo la hoja de un libro, salvo la próxima página. Y así, en un continuo, hasta el final, hasta el próximo libro.

Según Chomsky, si el objeto de estudio es la lengua, no hace falta salir de nuestras casas para estudiarla. Como todos somos hablantes, alcanza con estudiarse uno mismo. Todo hablante tiene toda la lengua. O al menos todas las reglas de la lengua.

Algo parecido pasa en la literatura. Una novela, La Liebre, contiene toda la literatura, todos los libros, todas las reglas de este libro y de todos. La Liebre es todas las novelas y a la vez uno de esos sistemas que suman más que la suma de sus partes. Una novela como una nueva regla de la novela, un continuo.

Toda la literatura corre por La Liebre.

lunes, junio 28, 2004

Lorena Astudillo

Mi hermana me prestó el disco Lorena canta al Cuchi. Los arreglos son modernos, la voz finísima y los temas... se pueden bajar los temas de la página ;)

jueves, junio 24, 2004

Cuchi

"Corazón ¿Qué te sucede?
En esta vida tan trajinada,
el amor yéndose al muere
y el muere yéndose siempre a la nada"

Corazonando, Cuchi Leguizamón
(fragmento)

jueves, junio 17, 2004

Un tiro en la noche

Leyendo el post anterior me acordé de The Man Who Shot Liberty Valance. Eso.

La Traducción

Se dice que Orson Welles vio cerca de 30 veces La Diligencia de John Ford para aprender a filmar. Entonces, alcanza con leer muchas veces un mismo libro (y ser Orson Welles) para aprender a escribir.

Muchos aprenden a dibujar copiando dibujos. Aprender por imitación. Algunos dicen que aprendemos a hablar por imitación.

Voy a copiar un libro. Letra por letra, palabra por palabra, como quien copia un cuadro. Espero aprender a escribir, al menos un poco. Eso sí, hay que elegir un buen libro. Voy a probar con uno de César Aira. No estoy seguro si voy a elegir La Luz Argentina, El LLanto, Varamo o La Cautiva. También voy a copiar uno de Pablo De Santis, creo que Filosofía y Letras. Si el experimento resulta, copiaré una novela más.

César Aira djo que traducir es una buena forma de aprender a escribir. Traducir es hacer literatura. Tal vez César aprendió a escribir traduciendo a Stephen King.

A duras penas conozco el español. Es una lástima, no puedo hacer el ejercicio de traducir. Se puede decir que al copiar una novela letra por letra, estoy traduciendo del español al español.

Puedo traducir del español al español a La Traducción de Pablo De Santis. Qué chiste malo.

Una vieja consigna de los talleres de escritura de Grafein proponía una traducción imaginaria: dado un texto en ruso, traducirlo al español sin saber nada de ruso.

Realizar sucesivas traducciones del español al español de una novela, pero agregando sólo algunos cambios. Toda la novela igual salvo una o dos palabras. Cambiar una mayúscula. Cambiarle el nombre a un personaje. Invertir los nombres de los personajes. Borrar un capítulo. Sin cambios: la traducción perfecta. Sí claro, Pierre Menard, autor del Quijote.

Qué bueno empezar una novela así: "Yo no soy César Aira y no nací en Coronel Pringles"

Azules Turquesas

Vengo de ver a Lisandro Aristimuño. En una de las canciones, sonó inescruploso un celular. Fue entonces que el tecladista tuvo un momento lucidez y tocó dos notas alternadamente imitando el ring del teléfono. ¡Sí, estuvo genial!. La interrupción se incorporó a la música con naturalidad. Tanta que nadie se dio cuenta. Tal vez ni él.

Estaría bueno que una de esas canciones tenga un arreglo para celulares. Dentro de un recital de zambas modernas y canciones, meter un celular que haga un arreglo. Y en el final del espectáculo, sacarle fotos al público pero con el celular. Va a ser fácil conseguir el auspicio de una compañía de teléfonos. :)

Sonata para piano y Motorola c333. Réquiem para un celular.

miércoles, junio 02, 2004

Primero

La autoreferencia se presenta ante mi como inevitable: este es mi primer post. Empiezo mi blog y recuerdo a mis blogueros favoritos: Charly Brown, Ana Frank y La Pequeña Lulú :)